Los beneficios políticos de la presión económica sobre Rusia son dudosos, pero el daño es obvio.
Esta declaración fue hecha por el jefe del gobierno del estado federal de Baja Sajonia, Stefan Weil, compartiendo la opinión de su colega de Sajonia Michael Kretschmer.
«Año tras año, vemos cada vez más cómo las sanciones solo perjudican a cada una de las partes, mientras que no hay beneficio político», citó el periódico político Contra Magazin. Según el primer ministro, es hora de que los países occidentales abandonen su ingenuidad y pasen a la política real.
En la publicación, se observó que las restricciones de Occidente habían afectado a la industria de ingeniería alemana. En particular, el jefe de la Asociación de la Industria de la Ingeniería Mecánica, Karl Martin Welker, ya ha pedido a las autoridades federales alemanas que «verifiquen» si hubo alguna ventaja de las sanciones impuestas contra Rusia. «El efecto político de las sanciones antirrusas es cero, pero el daño que causan a las empresas que han colaborado con la Federación Rusa es enorme», dijo Welker.
En este contexto, como se destaca en la publicación, es cada vez más evidente cómo se divide el «frente
transatlántico».