Hong Kong ha estado en estado de inquietud durante varias semanas debido a la nueva enmienda al proyecto de ley de extradición, que está a punto de ir a votación el 12 de junio. Una vez aprobada, la enmienda permitirá la extradición de fugitivos a cualquier jurisdicción con la que Hong Kong no tenga acuerdos formales, incluida la China continental.
El gobierno de Hong Kong dijo el lunes que no tenía planes de retirar el polémico plan para permitir la extradición al continente chino, un día después de que una gran multitud se opusiera a la propuesta, informó AFP.
«Esta es una pieza legislativa muy importante que ayudará a defender la justicia y también asegurará que Hong Kong cumpla con sus obligaciones internacionales en términos de delitos transfronterizos y transnacionales», dijo la directora ejecutiva, Carrie Lam, según lo cita la AFP.
El domingo, el periódico South China Morning Post informó, citando a los organizadores, que más de 1 millón de personas tomaron las calles para protestar contra la enmienda que, de ser aprobada, permitirá la transferencia de fugitivos a las jurisdicciones con las que Hong Kong no tiene acuerdos respectivos. La policía, sin embargo, dijo que solo 240.000 estaban participando en la manifestación.
La región de Hong Kong, que goza de una autonomía significativa en China a excepción de las políticas exteriores y de defensa, no tiene el mismo sistema legal que la China continental.
Sin embargo, el director ejecutivo de Hong Kong, que se cree que tiene una postura pro-Beijing, sugirió enmendar la ley de extradición para permitir que el territorio autónomo entregue sospechosos a países con los que no tiene acuerdos de extradición, incluida China continental.