Caracas dejará de prestar servicios en sus consulados en Canadá, dijo el domingo el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza. El movimiento se produce en respuesta a acciones similares realizadas anteriormente por Ottawa.
«Venezuela dejará de prestar servicios consulares en Vancouver, Toronto y Montreal. Todas las funciones diplomáticas se concentrarán en la Embajada de Venezuela en Ottawa. Esperamos que Canadá pronto restaure su soberanía en la política exterior», escribió Arreaza en Twitter.
A principios de esta semana, la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, dijo que Ottawa decidió suspender temporalmente las operaciones en la embajada del país en Venezuela.
El canciller agregó que Canadá continuará brindando asistencia consular a los canadienses en Venezuela a través de la embajada en Colombia.
La semana pasada, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo y Freeland, discutieron los esfuerzos en curso para apoyar la reconstrucción de la democracia en Venezuela y el apoyo al líder opositor Juan Guaido.
La situación en Venezuela sigue siendo tensa desde enero, cuando el líder de la oposición, Juan Guaido, se proclamó ilegalmente como presidente interino.
Washington y otros países, incluido Canadá, respaldaron a Guaido y pidieron al presidente Nicolas Maduro que renuncie. Estados Unidos también ha incautado miles de millones de dólares en activos petroleros venezolanos.
Maduro ha acusado a Estados Unidos de intentar organizar un golpe para instalar a Guaido como su títere y tomar el control de los recursos naturales de Venezuela.
Rusia, China, Cuba, Bolivia, Turquía y varios otros países han expresado su apoyo a Maduro, elegido constitucionalmente, como el único presidente legítimo de Venezuela.
Recientemente, Washington ha aumentado su campaña de presión para expulsar a Maduro y reemplazarlo con Guaido. El gobierno de Trump ha bloqueado algunos activos petroleros venezolanos e impuso sanciones a la empresa estatal de petróleo y gas PDVSA, lo que representa un duro golpe para la economía del país que depende del petróleo.