El gobierno ruso criticó un nuevo conjunto de sanciones estadounidenses impuestas a tres entidades rusas, insistiendo en que las medidas no alterarán las relaciones de Moscú con otros estados.
«Rusia no cambiará su rumbo», dijo el martes el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado. «Ya sea que Washington lo desee o no, Moscú continuará defendiendo resueltamente el derecho internacional, se opondrá al terrorismo y cooperará con otros estados de su elección».
Las entidades sancionadas incluyen un centro de entrenamiento de misiles cerca de San Petersburgo, una oficina de diseño en Tula, y la planta de construcción de maquinaria de Avangard en Moscú, que construye el sistema de misiles S-400. Las sanciones se refieren a la proliferación de armas.