La oposición boliviana insisten hoy en la arremetida contra la candidatura del presidente Evo Morales para los comicios de octubre, sin embargo, aún no presentan al pueblo sus propuestas electorales, señaló el titular de la Cámara de Diputados, Víctor Borda.
Citado por la Agencia Boliviana de Información, Borda afirmó que ‘los partidos políticos deberían preocuparse de ofrecer propuestas al país y no seguir con la tónica incoherente de que Bolivia dijo no, respeto al 21F, esto ya no tiene asidero ni a nivel nacional ni dentro del contexto internacional’.
El 21 de febrero de 2016 se realizó un referendo en este país con el objetivo de la aprobación o rechazo del proyecto constitucional para permitir al presidente o vicepresidente del Estado Boliviano postularse nuevamente a una elección.
Desde junio del año pasado, el vicepresidente Álvaro García Linera señaló que grupos de oposición habían comenzado una carrera electoral anticipada y los militantes de algunos partidos políticos eran quienes salían a las calles a gritar 21F (no a la repostulación de Evo Morales).
No tienen nada para el país. Su programa de gobierno se reduce a ‘Bolivia dijo No’ pero fuera de eso, qué hacer con viviendas, educación, litio, hidrocarburos, salud, no tienen nada que decir, sentenció el vicemandatario.
En su opinión, el plan de la derecha es el NO: ‘no al país, no a la democracia, no a los pobres, no a los humildes, no a la industrialización, no a la justicia social’.
Recurren a métodos como el desprestigio y la sumisión a potencias extranjeras. Recientemente, varios legisladores de la oposición enviaron una carta al presidente estadounidense, Donald Trump, para evitar la candidatura del líder boliviano.
Esta carta fue considerada por autoridades, especialistas y parte del pueblo como el programa de Gobierno de la derecha para 2020-2025, que implica un desmantelamiento del Estado Plurinacional, ocupación norteamericana contra el pueblo boliviano y una intervención explícita.
Por otro lado, los 13 años de gestión del Gobierno de Morales constituyen su mayor fortaleza, pues muestra logros como el mejoramiento de la calidad de vida de los bolivianos, la estabilidad política y social del país, y éxitos económicos reconocidos por organismos internacionales.
El 20 de octubre se decidirá en las urnas el destino de esta nación sudamericana. Como afirmó García Linera en aquella ocasión, el pueblo tiene dos opciones: la Bolivia del No o una Bolivia de crecimiento, justicia, equidad, inclusión, de emergencia de clases medias y de reducción de la pobreza.