El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, acusó al secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, de utilizar las tensiones en la frontera con Colombia para poner en escena un truco publicitario como parte de una campaña de desprestigio contra Caracas.
Estados Unidos y Colombia convirtieron a la asediada ciudad fronteriza colombiana de Cúcuta en un «escenario regular para sus espectáculos más decadentes y baratos», Arreaza tuiteó el domingo en respuesta a la visita de Pompeo en el área.
Las consecuencias del bloqueo criminal impuesto por su gobierno [Pompeo] a Venezuela son demasiado graves como para contarlas. Ha creado la muerte, el sufrimiento y la necesidad.
Anteriormente, los migrantes venezolanos que vivían en campamentos en el lado colombiano de la frontera se amotinaron por las raciones de alimentos y se enfrentaron con la policía local. Las ciudades en el lado venezolano también vieron enfrentamientos entre agentes de la ley y manifestantes.
El malestar se vio exacerbado por los intentos de la oposición de conducir camiones llenos de ayuda patrocinada por Estados Unidos a Venezuela. Las autoridades se negaron a dejarlos pasar, denunciaron el movimiento como un «truco de relaciones públicas» y citaron sospechas de que Washington podría usar los camiones para contrabandear armas.
A medida que aumentaban las tensiones, los funcionarios estadounidenses y algunos de los medios de comunicación occidentales acusaron al gobierno venezolano de incendiar uno de los camiones durante una dramática confrontación en un puente fronterizo con Colombia, pero las imágenes de la escena y los informes adicionales revelaron que el camión era en realidad incendiado por activistas de la oposición.
Sin embargo, durante su estancia en Cúcuta, Mike Pompeo se reunió con un grupo de inmigrantes venezolanos y una vez más instó a Caracas a aceptar la «ayuda humanitaria» enviada por Estados Unidos.
Venezuela, por su parte, declaró que solo aceptará ayuda patrocinada por la ONU y organizaciones de ayuda global como la Cruz Roja, con la cual el presidente venezolano, Nicolás Maduro, llegó a un acuerdo a principios de esta semana.
El domingo, Pompeo atacó a Maduro desde Colombia y dijo que Estados Unidos «continuará utilizando todos los medios económicos y políticos a nuestra disposición para ayudar al pueblo venezolano». Mencionó las sanciones económicas y la revocación de visas para los funcionarios venezolanos entre los medios para presionar al gobierno en sucumbir a la oposición.
Washington apoyó abiertamente al líder opositor Juan Guaido cuando se declaró a sí mismo «presidente interino» de Venezuela en enero. Estados Unidos abofeteó a Caracas con una serie de restricciones económicas e instó a otros a seguir su ejemplo. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se negó a descartar la intervención militar si los otros métodos para expulsar a Maduro fracasan.
Mientras tanto, Maduro se comprometió a seguir defendiendo la soberanía de la nación contra cualquier ataque extranjero. Él ha golpeado repetidamente a los Estados Unidos por planear lanzar un golpe de estado para derrocarlo. Aparte de eso, los funcionarios en Caracas también acusaron a Washington de tener una mano en los principales apagones del país.