El ayuntamiento de Jerusalén Este, administrado por Israel, obligó este sábado a una familia palestina a demoler su vivienda por sus propios medios.
Según pudo conocer la Agencia Anadolu, las autoridades israelíes habían notificado no hace mucho a la familia palestina Ajluni de que su domicilio debía ser derribado por carecer de permiso.
En estos casos las autoridades israelíes obligan a los dueños de las viviendas a pagar 30.000 shekel (aproximadamente USD 8.300) si estos se niegan a derribar su casa y por tanto lo tienen que hacer los equipos del ayuntamiento israelíes.
Ante la situación, la familia no tuvo más remedio que demoler su propia vivienda, de unos 30 metros cuadrados y dos habitaciones, en la que vivían sus ocho miembros.
Datos del Centro de Estudios y Documentación Abdullah Al-Horani, perteneciente a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), indican que las autoridades israelíes han demolido 538 inmuebles de palestinos en Jerusalén Este y en Cisjordania en 2018.