Bolsonaro dice que Brasil y Estados Unidos se enfocan en crear una «grieta» dentro del ejército de Venezuela para expulsar al presidente Maduro

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, no está ocultando su plan para derrocar al presidente venezolano, Nicolás Maduro, y dijo en una entrevista que él y Washington depositaron sus esperanzas en un golpe militar instigado desde afuera.

El lunes, en declaraciones a la radio Jovem Pan, el líder de la derecha brasileña, que nunca ha ocultado su profunda animosidad hacia su homólogo venezolano, dio a entender que, si bien no interviene de manera absoluta, tanto EE. UU. Como Brasil están trabajando entre bastidores para establecer el terreno Por una revuelta militar que derrocaría a Maduro.

“Es nuestra intención y la de los estadounidenses que haya una ruptura en el ejército, porque son ellos quienes aún apoyan a Maduro. Son las fuerzas armadas las que deciden si un país vive en una democracia o en una dictadura ”, dijo Bolsonaro, y agregó que no ve ningún futuro para Venezuela en su estado actual.

«Lo que no puedes hacer es continuar como eres», dijo.

Estados Unidos, que fue el primero en reconocer al autoproclamado ‘presidente interino’ Juan Guaido como legítimo representante del pueblo venezolano, ha estado utilizando tácticas de torcedura de brazos contra Caracas, asfixiando a la economía venezolana con nuevas sanciones debilitantes en un intento por forzar a Maduro fuera del poder. Los funcionarios estadounidenses, incluido el presidente estadounidense Donald Trump, han afirmado repetidamente que mantendrían «todas las opciones» sobre la mesa, sin descartar una intervención militar en el país latinoamericano.

En una entrevista el lunes, Bolsonaro pareció decir que podría decidir por sí solo si Brasil necesita unirse a una posible incursión militar dirigida por Estados Unidos contra el gobierno de Maduro.

“¿Qué puede hacer Brasil? Supongamos que hay una invasión militar allí [de los Estados Unidos]. «La decisión será mía, pero escucharé al Consejo de Defensa Nacional y luego al Parlamento», prometió Bolsonaro.

En febrero, el vicepresidente brasileño Hamilton Mourão rechazó rotundamente la posibilidad de que Brasil sirviera como escenario de una invasión estadounidense. Mourão argumentó que, para que las tropas extranjeras estén estacionadas en Brasil, Bolsonaro necesitaría recibir una luz verde del Congreso Nacional, que en la actualidad está renuente a respaldar tal movimiento militarista.

Desde que llegó al poder en Janaury, Bolsonaro, apodado ‘Tropical Trump’ en casa, ha estado coqueteando hasta los Estados Unidos. Durante el reciente viaje de Bolsonaro al país, él y Trump intercambiaron cumplidos y camisetas de fútbol, ​​mientras marcaban el nacimiento de una naciente «alianza conservadora».

Bolsonaro refleja la polémica política de Trump en Oriente Medio, habiendo logrado avances hacia Israel. A fines de marzo, Brasil abrió una oficina comercial en Jerusalén, a la que se ha referido como parte de una embajada. Hablando el lunes, Bolsonaro calificó la relación de su país con Israel como «un matrimonio».

«Es como un matrimonio: tienes una cita, te comprometes, luego te casas, eso está en etapas», al tiempo que señala que EE. UU. Ha avanzado mucho más en ese camino.

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