Estados Unidos asegura que sus satélites se han acercado en secreto sin ser detectados a los satélites militares y civiles de Rusia y china

Tras el lanzamiento de los primeros satélites de vigilancia geosíncronos por parte de los EE. UU. En 2014, poco se sabía sobre su operación, ya que Washington mantuvo un velo de secreto a su alrededor. Pero un informe reciente ha arrojado luz sobre los primeros dos años de sus actividades.

La Fundación Mundo Seguro ha publicado un informe que revela detalles sobre las actividades del Programa de Concientización sobre la Situación del Espacio Geosíncrono (GSSAP), lanzado por los EE. UU. En 2014 con la misión declarada de detectar y rastrear objetos espaciales en órbita geosíncrona.

Según el informe, EE. UU. Permanece en secreto sobre las actividades de cuatro satélites GSSAP operativos, pero al usar los datos de la red de vigilancia espacial ISON, operada por la Academia de Ciencias de Rusia, la fundación ha logrado reconstruir sus movimientos desde su lanzamiento en 2014. El SWF indica que se han acercado a los satélites rusos, chinos, pakistaníes y nigerianos, tanto civiles como militares, utilizando motores de maniobra.

Los satélites GSSAP (GSSAPS) funcionan en pares, uno localizado ligeramente más bajo que la órbita geosincrónica y el otro un poco más alto. Cuando fueron necesarios para inspeccionar ciertos objetos, se acercaron a sus objetivos. GSSAPS a veces se acercó a tan solo 10 kilómetros. Según el informe, se hicieron algunos enfoques cuando los satélites estaban a la sombra de la Tierra, haciendo sus acciones invisibles para los telescopios basados ​​en la Tierra.

Hasta el momento no está claro qué hicieron exactamente las GSSAPS y qué información recibieron de sus estudios.

La noticia llega en medio de los planes del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de establecer una nueva rama militar, llamada Fuerza Espacial, que desvía algunas tareas de la Fuerza Aérea, que actualmente se ocupa de los programas militares relacionados con el espacio. El plan ha generado reacciones encontradas en los Estados Unidos.

Heather Wilson, la secretaria de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, criticó la idea, sugiriendo en cambio crear un departamento especial dentro de la Fuerza Aérea en lugar de una nueva rama. Al mismo tiempo, el CEO de SpaceX, Elon Musk, aunque lo calificó de «polémico», lo calificó de «genial» y señaló que la creación de la Fuerza Aérea una vez recibió la misma crítica.

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