El ministro de exteriores del régimen de Israel, Yisrael Katz, ha informado este domingo de que Brasil ha abierto una “oficina diplomática” en la ciudad de Al-Quds, durante la visita en curso del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, a los territorios ocupados palestinos.
En reacción, la Cancillería de Palestina ha denunciado la medida brasileña como “una flagrante violación de la legitimidad internacional y sus resoluciones y una agresión directa contra el pueblo palestino y sus derechos”.
Agrega que la apertura de la “oficina diplomática” brasileña en Al-Quds supone ceder a las presiones estadounidenses e israelíes para perpetuar las actividades de ocupación y asentamientos, la judaización de dicha urbe y la imposición enérgica de la ley israelí sobre esta ciudad ocupada.
El Ministerio de Exteriores de Palestina ha recordado que Al-Quds es una parte integral de los territorios palestinos ocupados en 1967, según ha recogido la agencia oficial de palestina WAFA.
Las decisiones tomadas por la Administración estadounidense y el régimen de Tel Aviv, así como por los que las siguen, no dará a Israel el derecho sobre Al-Quds y sus alrededores, insiste la Cartera palestina, al tiempo que adelanta la toma de decisiones apropiadas la medida brasileña.
Brasil no reconoce oficialmente la soberanía israelí sobre Al-Quds y Cisjordania, territorios palestinos ocupados desde la Guerra de los Seis Días de 1967. Sin embargo, Bolsonaro, desde su llegada al poder, ha reconocido repetidas veces que ve a Israel como un referente.
El posible traslado de la embajada brasileña de Tel Aviv a Al-Quds ha provocado la ira de muchos países, en particular de los pertenecientes a la Liga Árabe (LA), que han conminado a Bolsonaro a no llevar a la práctica esa mudanza por ser “un paso que no solo dañaría los intereses de los palestinos, sino que reduciría drásticamente las oportunidades de lograr una paz de gran alcance”.