Las ventas del gigante chino de las telecomunicaciones, Huawei, alcanzaron los $ 100 mil millones (£ 77 mil millones) el año pasado a pesar de los esfuerzos de la administración Trump por representar a la empresa de telecomunicaciones como una amenaza a la seguridad mundial.
EE. UU. Y sus aliados comenzaron a restringir el acceso del gigante de las telecomunicaciones con sede en Shenzhen a los mercados nacionales, alegando que los productos 5G y de telecomunicaciones de Beijing eran una amenaza para la seguridad nacional.
A pesar de esto, los ingresos de la empresa alcanzaron los 721.200mn de RMB y las ganancias netas se dispararon un 25 por ciento a casi 60.000 millones de yuanes, según el informe anual de la compañía para 2018.
Huawei ha negado categóricamente las acusaciones, afirmando que era una compañía independiente. Los ingresos de la firma aumentaron un 19,5 por ciento el año pasado, el más alto en dos años, y se debió a un alto número de ventas de teléfonos inteligentes en China.
Pero el negocio de los transportistas de Huawei, que fabrica y vende componentes para infraestructura de telecomunicaciones a los mercados globales, cayó un 1,3 por ciento.
Huawei es actualmente el líder del mercado global en ventas de equipos de telecomunicaciones, pero enfrenta resistencia de países de Europa, América del Norte y Australia, muchos de los cuales han acusado a la infraestructura móvil 5G de la empresa de telecomunicaciones de plantear riesgos de seguridad.
Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Japón, Polonia y otros han impedido completamente que Huawei venda tecnologías a empresas locales debido a las tecnologías 5G de próxima generación de la compañía. El Reino Unido emitió un informe en febrero acusando al gobierno chino, así como a las empresas de telecomunicaciones y académicos, de utilizar el subterfugio para ganar terreno en las democracias occidentales.
Pero países como Francia, Alemania, Hungría, Tailandia e Italia han luchado, criticando los reclamos de Estados Unidos contra la firma china de telecomunicaciones. El ministro de Relaciones Exteriores francés, Bruno Le Maire, dijo en una entrevista con Le Figaro que Estados Unidos se estaba convirtiendo cada vez más en un «socio difícil» a medida que el «gigante chino» se afirmaba en el escenario internacional, y agregó que era hora de que Europa se estableciera como un «Un poder soberano e independiente que protege e invierte en sus propias tecnologías».