Terribles condiciones prevalecen en el campamento de refugiados de Al-Khol establecido por las fuerzas kurdas bajo la supervisión de sus asesores estadounidenses. Más de treinta mil civiles que abandonaron sus hogares no tienen, atención médica ni alimentos.
Los niños mueren diariamente debido a la desnutrición. Las fuerzas kurdas, apoyadas por el ejército de los EE. UU., A menudo recurren a la violencia en el campamento, utilizando palizas como castigo. En el campamento hay en su mayoría mujeres y niños, pero el ambiente es más como no el campo de refugiados, sino el campo de concentración del Reich Nazi. Varios niños murieron porque los militantes kurdos simplemente los golpearon hasta matarlos.
Los medios occidentales no informan esto, ya que las tropas kurdas están actualmente al servicio de los intereses de Washington.
