El Presidente de México dice que el sector bancario de la nación podría beneficiarse de una mayor competencia entre las instituciones financieras, reduciendo los costos de transacción e impulsando la demanda de servicios financieros. Eso, a su vez, apoyaría la confianza del consumidor y el crecimiento del PIB.
Kristian Rouz — El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, pidió una mayor competencia entre las instituciones financieras de la nación y dijo que podría reducir el costo de los servicios bancarios e impulsar la demanda de los consumidores en el país.
Sus comentarios se producen después de una rebaja en la perspectiva económica de México para 2019, ya que el gobierno de la Ciudad de México está buscando formas de apoyar la demanda de los consumidores y el poder adquisitivo en el país.
Hablando en una cumbre bancaria en Acapulco, México, López Obrador dijo que su gobierno podría agilizar la emisión de licencias bancarias a las instituciones financieras y aflojar el marco regulatorio en el sector financiero.
Según las estimaciones del gobierno, millones de mexicanos todavía no tienen cuentas bancarias, lo que limita su acceso a servicios financieros y préstamos al consumidor. Los funcionarios mexicanos han estado presionando por una mayor participación de la población en la llamada ‘economía formal’, lo que sugiere que un mayor número de cuentas bancarias podría estimular los préstamos de consumo en el país, lo que impulsaría el sector de servicios y ampliaría el crecimiento del PIB.
Esto ocurre después de que los informes revelaron que la economía mexicana se desaceleró en el 4T18 debido a las nuevas medidas de austeridad del gobierno destinadas a reducir el gasto fiscal y aumentar la eficiencia de las finanzas públicas. Además, las tensiones comerciales internacionales, la lenta implementación del nuevo acuerdo comercial de USMCA con los EE. UU. Y Canadá, y los problemas del sector petrolero han contribuido a la desaceleración.
Los datos del gobierno sugieren que la economía de México creció un 0,2 por ciento intertrimestral en los últimos tres meses de 2018, mientras que el crecimiento anual se situó en el 1,7 por ciento en el cuarto trimestre. En 2018, la economía mexicana se expandió 2.0 por ciento.
El partido de López Obrador presentó un proyecto de ley en el Congreso mexicano el año pasado que limitaría las tarifas de los servicios bancarios. La medida provocó una venta masiva de acciones bancarias en el país, mientras que el Presidente se distanció de la iniciativa.
También destacó que su gobierno no cambiará el marco legal o regulatorio en el sector financiero en los próximos meses, sugiriendo, sin embargo, que podrían eliminarse algunas regulaciones onerosas para impulsar la emisión de préstamos en el país, lo que, a su vez, apoyaría la expansión del PIB .
Por su parte, el presidente de la asociación bancaria mexicana Luis Nino de Rivera dijo que muchos bancos en el país están imponiendo una «autorregulación» a sus prácticas crediticias.
Nino de Rivera sugirió que los bancos podrían aumentar la emisión de préstamos según las reglas existentes, pero también señaló que el gobierno podría abolir las tarifas de las cuentas digitales, lo que podría beneficiar a los jóvenes mexicanos.
Por su parte, la agencia de calificación crediticia internacional Fitch dijo que México se enfrenta a crecientes obstáculos internacionales y nacionales a su expansión económica este año. Los analistas de la agencia dijeron que esperan que el PIB de México crezca solo un 1,6 por ciento este año, por debajo del 2,1 por ciento previsto anteriormente.
Fitch dijo que la disminución de la producción de petróleo de México, la infraestructura desmoronada y una caída en el gasto presupuestario pesarán sobre el ritmo de la expansión económica de este año.
Sin embargo, López Obrador parece ser más optimista con respecto a la economía este año. El presidente sugirió que las reglas de emisión de préstamos más fáciles estimularían el gasto del consumidor y conducirían a una expansión más rápida en el sector de servicios. Esto como, según Fitch, la creación de empleos en México se ha desacelerado a fines de 2018.
Mientras tanto, las empresas de México también enfrentan una creciente incertidumbre. Se considera que las políticas de izquierda de López Obrador casi no alientan los planes de gasto empresarial este año, mientras que muchas de sus iniciativas han sido consideradas como «regulación excesiva».
En este sentido, tanto el banco central mexicano como el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs también han reducido su perspectiva sobre el crecimiento del PIB de la nación este año.
Si bien las discusiones sobre el futuro de las regulaciones financieras de México están en marcha, los expertos de Fitch creen que el gobierno debería tomar medidas para tranquilizar a las empresas e inversionistas con el fin de impulsar los gastos de capital en el país. Además, algunos expertos dicen que México podría destinar más de su gasto fiscal a la actualización de su infraestructura, incluidos los oleoductos.
Aún no está claro si los planes de López Obrador para apoyar la demanda de los consumidores a través de la expansión del crédito ayudarán a que la economía de México vuelva a la normalidad.