Según ha informado este sábado OSDH, al menos 4024 civiles han muerto en el territorio sirio debido a los ataques aéreos efectuados por la llamada coalición que lidera Estados Unidos, supuestamente, contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
Los datos difundidos por el organismo indican que 1814 personas, casi la mitad de las víctimas civiles de los bombardeos de EE.UU. y sus socios en Siria, son mujeres y niños, entre los cuales hay un número elevado de niños menor de dos años de edad.
Solamente en el mes de febrero, informa, al menos 182 civiles murieron de los cuales casi 50 eran menores de edad mientras que también hubo un gran número de heridos entre los civiles debido a bombardeos concentrados en gran parte en las zonas orientales de Siria.
Ante esta situación, el OSDH ha condenado la labor de la coalición anti-Daesh de Estados Unidos y ha exigido el cese de los ataques aéreos contra los civiles sirios, mientras que ha catalogado como ilegales los bombardeos de esta coalición.
“El OSDH condena de manera firme los ataques de la coalición internacional contra los civiles en cualquier parte y tiempo y bajo cualquier pretexto”, se lee en el texto, y exige a las organizaciones internacionales presionar a Washington para que no realice más ataques contra los civiles sirios.
La coalición opera desde 2014 en Siria sin el consentimiento del Gobierno sirio. Damasco ha reclamado en reiteradas ocasiones a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que ponga fin a la presencia “ilegal” de Estados Unidos y sus aliados en el territorio sirio.
Mientras la coalición ha admitido haber matado a al menos 1114 civiles como resultado de las numerosas operaciones que llevan a cabo sus cazas desde 2014 en Irak y Siria, las cifras proporcionadas por la organización de periodistas independientes Airwars, indican que el balance de víctimas en esos dos países excede ampliamente el reconocido por la alianza occidental, considerando que habría que multiplicar los datos proporcionados.
El Gobierno de Siria, cuya lucha terrorista está próxima a su fin gracias a la ayuda de sus aliados como Rusia e Irán, exige el cese de los ataques de la coalición en el país árabe, y cuestiona su verdadero objetivo.