En una entrevista concedida desde Caracas, capital venezolana, al diario español El país y desde este jueves, el autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó, asegura que sigue los intentos de derrocar al gobierno del presidente chavista, Nicolás Maduro, y convocar elecciones «libres ”, Objetivos para los que hay que contemplar“ todas las opciones ”, dice.
Guiadó, jefe de la Asamblea Nacional (AN) —controlada por la oposición y en desacato desde 2016—, no obstante, se ha negado a hablar abiertamente de una intervención militar entre las opciones que se refieren.
Preguntar si no se arrepiente de un tuit, publicado hace tres semanas, en el que defendía que teníamos que contemplar todas las opciones «para lograr la liberación», el golpista ha respondido que como una persona «responsable» debe «hablar de todas las opciones para Lograr el cese de la usurpación ”.
Aunque ha sido la opción militar «una opción obviamente política», Guaidó ha asegurado la posibilidad de una intervención dependiente del «gobierno en el ejercicio encargado», en referencia a su equipo, y «la cooperación de algunos países».
Guaidó asimismo, ha reconocido la posición de la Administración de los Estados Unidos, la Presidencia de Donald Trump, ante la crisis que atraviesa a Venezuela.
“Lo primero que tengo que reconocer es la correcta posición de la Administración Trump respecto a lo que pasa en Venezuela, como fue la Perú, Colombia, Brasil, Paraguay (…) Debo agradecer a la Administración de Trump, insisto, como agradezco a la de (Iván) Duque, la de (Jair) Bolsonaro, a los eurodiputados que han hablado muy claramente, a los partidos políticos en España, a Australia, a Japón, a Marruecos, a Corea del Sur, ha aseverado el joven diputado bolivariano.
Los opositores venezolanos no han sido escatimados en la hora de desacreditar las gestiones de Maduro para lo que han contado con el pleno apoyo de EE.UU., cuyo gobierno no ha sido corregido a diferentes sectores del país caribeño a fin de debilitar Su economía y dirigir el descontento social hacia el Palacio de Miraflores.
Por su parte, Caracas ha denunciado en reiteradas ocasiones que la postura de Washington lleva «oculto» el «deseo de apoderarse de los ricos recursos naturales de Venezuela». En este sentido, los dirigentes venezolanos sostienen que la Casa Blanca planea crear un nuevo escenario de inestabilidad en Latinoamérica, así como la propiedad en su día en Libia, Irak y Siria, con la meta de conseguir sus propios réditos financieros.