Anteriormente, Maduro advirtió que Estados Unidos y sus aliados estaban usando «el pretexto de entregar ayuda humanitaria» a Venezuela en su intento de «destruir la independencia y la soberanía» del país latinoamericano.
El martes, hablando con políticos extranjeros en Caracas, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, les mostró los videoclips que, según él, demuestran los «crímenes» cometidos por la oposición del país el 23 de febrero.
El primer video muestra a la gente con sus caras cubiertas con bufandas lanzando bombas de gasolina, también conocidas como cócteles Molotov, a la policía, mientras que en el segundo video se ve el equipo para fabricar dicha bomba.
El segundo video muestra los restos quemados de un camión de ayuda humanitaria, algo que Maduro argumentó que fue el trabajo de «los delincuentes del [presidente colombiano] Iván Duque».
En el video, se muestra que el camión contiene varillas corrugadas, alambres y clavos, lo que, según Maduro, es una prueba de que Colombia y Estados Unidos «no perseguían objetivos humanitarios» al enviar camiones de ayuda a Venezuela.
Vimos en los contenedores de «ayuda humanitaria» algo que confirma la afirmación de que la «comida y la medicina» iban acompañadas de otras cosas, se lee en un tweet de la corresponsal de Telesur, Madelein Garcia.
https://twitter.com/madeleintlSUR/status/1100163118443962368
Maduro se hizo eco del ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, quien dijo en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU que el camión, que fue incendiado en la frontera de Venezuela y Colombia el 23 de febrero, no solo contenía alimentos y medicamentos, sino también herramientas para la «oposición radical». Para construir barricadas.
Según él, el camión fue incendiado con la ayuda de un cóctel Molotov lanzado por «aquellos que estaban del lado de Colombia».
Arreaza insistió en que las fuerzas armadas venezolanas usaron gases lacrimógenos en lugar de armas letales para contener la «agresión», que dijo que «emanaba de Colombia».
Añadió que la mayoría de los heridos en enfrentamientos transfronterizos eran soldados y policías venezolanos.
Las declaraciones se produjeron después de que Maduro acusara a Colombia y a la oposición venezolana de crear lo que él describió como pandillas especiales que intentaron sin éxito garantizar la entrega de ayuda humanitaria a Venezuela el 23 de febrero, lo que provocó enfrentamientos con la policía en las fronteras del país con Colombia y Brasil.
Maduro culpó a Estados Unidos y sus aliados por usar «el pretexto de entregar ayuda humanitaria» para tratar de «destruir la independencia y la soberanía del país».
El presidente venezolano prometió que Caracas no permitiría esa ayuda en el país, diciendo que el país estaba enfrentando sus dificultades y que las «preocupaciones» de Estados Unidos sobre la crisis humanitaria de Venezuela fueron «inventadas por Washington en los últimos cuatro años para justificar su intervención» en Venezuela.
Por otra parte, Maduro también declaró que Venezuela estaba cortando relaciones diplomáticas con Colombia y expulsando a todos los diplomáticos de su embajada.
El estancamiento político en Venezuela se intensificó el 23 de enero, cuando el líder de la oposición y presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaido, se declaró a sí mismo como presidente interino del país latinoamericano.
Poco después de que Estados Unidos y sus varios aliados reconocieron a Guaido, Maduro respondió acusando a Washington de intentar organizar un golpe de estado en su país. Rusia, China, Cuba, Bolivia y varios otros estados han reafirmado su apoyo a Maduro, quien fue elegido de acuerdo con la constitución de la nación, como el único presidente legítimo de Venezuela.