Brasil fue uno de los primeros países en respaldar a Juan Guaido, quien se declaró a sí mismo presidente venezolano en enero. El presidente Nicolás Maduro cerró los cruces fronterizos con Brasil en un intento por evitar que la oposición traiga socorro patrocinado por Estados Unidos.
Solo un gobierno venezolano liderado por el opositor Juan Guaido puede pagar todos sus compromisos de deuda con China, sugiere el vicepresidente brasileño Antonio Hamilton Mourao.
China está «esperando para recibir lo que Venezuela le debe, independientemente del gobierno», dijo Hamilton Mourao a periodistas en Bogotá el lunes, según cita la agencia de noticias EFE.
«China tiene un entendimiento muy claro de que [el presidente Nicolás] Maduro no va a pagar. Guaido y su grupo son los que van a pagar cuando lleguen (al poder)», agregó.
El vicepresidente señaló que la opción militar nunca ha estado sobre la mesa para Brasil, pero se comprometió a seguir aumentando la «presión diplomática, política y económica» para expulsar a Maduro.
Hizo los comentarios durante una reunión del Grupo de Lima, un bloque de naciones estadounidenses creado en 2017 para abordar la supuesta erosión de la democracia bajo Nicolás Maduro, que respaldó al autoproclamado presidente interino Juan Guaido.
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El 23 de enero, tres semanas después de dirigirse al parlamento del país controlado por la oposición, Guaido se declaró a sí mismo el líder de Venezuela hasta que se celebre una nueva elección presidencial.
El convoy humanitario estadounidense para Venezuela contenía bienes vencidos — Embajador de Venezuela
El presidente Maduro llamó a Guaido un títere de Washington y se negó a renunciar. Fue apoyado por Rusia, China, México y Turquía, con una avalancha de países occidentales que respaldan al líder de la oposición.
Las tensiones han aumentado en el último mes sobre el tema de la ayuda humanitaria. Juan Guaido tiene como objetivo garantizar el suministro de asistencia humanitaria patrocinada por los Estados Unidos desde centros en Colombia y Brasil. Las autoridades de Venezuela, que reciben ayuda de las Naciones Unidas y Rusia, se han negado a permitir las entregas de los Estados Unidos, diciendo que podrían utilizarse como pretexto para una intervención militar a gran escala en el país.
Nicolás Maduro cerró los cruces fronterizos de Venezuela con Brasil, así como su frontera aérea y marítima con las islas holandesas de Aruba, Curazao y Bonaire, luego de que Guaido dijera que Curazao se convertiría en un tercer punto de recolección de ayuda humanitaria extranjera.