La semana pasada, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acordó que alrededor de 400 soldados permanecerían en Siria luego de la retirada de las fuerzas. El paso se tomó después de dos meses de presión por parte de los aliados de Washington y la renuncia de los principales funcionarios de defensa estadounidenses.
El presidente francés, Emmanuel Macron, recibió con satisfacción la decisión de Trump de dejar a unos 400 militares estadounidenses en Siria.
Las fuerzas restantes estarán estacionadas en dos áreas: 200 en la base de al-Tanf y cerca de 200 soldados más en el noreste de Siria como fuerzas de paz, informa Reuters, citando a un funcionario de la administración estadounidense. Como señaló el funcionario, citado por los medios de comunicación, los desplegados en el noreste serían parte de un contingente más grande, incluidos los aliados europeos de Washington. La contribución de este último será de alrededor de 800-1,500 soldados.
Tanto Francia como los Estados Unidos son parte de la Fuerza de Tarea Conjunta establecida por la coalición internacional dirigida por Estados Unidos contra Daesh. La alianza ha estado realizando operaciones militares tanto en Siria como en Irak desde 2014. En Siria, estas operaciones no han sido aprobadas ni por el gobierno del país, ni por la ONU.
Retirada de Estados Unidos desde Siria
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró una de las decisiones más importantes de la Casa Blanca de retirar las tropas de Siria en diciembre de 2018, y prometió llevar a unos 3.000 soldados estadounidenses a casa. El motivo de la acción, como explicó, fue la derrota del grupo terrorista Daesh * en la República Árabe.
Sin embargo, recientemente la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo que un pequeño «grupo de mantenimiento de la paz» de unos 200 soldados permanecerá en Siria «por [un] período de tiempo» después de la retirada. La misma información fue repetida por Reuters, anónimo oficial de la administración estadounidense citado.