Las autoridades de Medellín, Colombia, han utilizado 180 detonadores para demoler un edificio de apartamentos de seis pisos que el conocido narcotraficante Pablo Escobar y su familia llamaron a sus hogares.
La enorme estructura de hormigón (Mónaco) estuvo desocupada por más de 30 años después de que el edificio se convirtiera en blanco de un ataque con coche bomba en 1988. Más de 1,5000 personas fueron evacuadas de las cercanías de la casa mientras las autoridades establecían una seguridad de 100 metros Zona para la demolición.
A las 11:53 am hora local, el edificio en el barrio de Poblado había desaparecido, enviando una espesa nube de polvo al aire frente a cientos de testigos. Las autoridades esperan usar el espacio despejado para construir un parque que honre a las víctimas de la guerra contra las drogas en el país.
«Hoy, ese edificio se derrumba y comienza la esperanza», dijo el presidente Iván Duque de Colombia en un comunicado televisado. «Es imposible cambiar el pasado, pero puedes construir un presente mejor y un futuro mejor».