El cáncer, segunda causa de muerte en el mundo, es una enfermedad que está aumentando significativamente en los últimos años en la Franja de Gaza.
Según un informe del Ministerio de Sanidad, publicado el miércoles pasado, unas 8500 personas en Gaza padecen esta portal enfermedad. Los responsables médicos del hospital Al-Rantisi, el único de oncología en la Franja de Gaza, aseguraron que cada mes se detectan entre 120 y 130 casos nuevos, en una población de casi dos millones de habitantes.
Varias son las razones que explican el aumento de esta enfermedad en el enclave costero, el uso excesivo de insecticidas y fertilizantes agrícolas y los restos químicos del armamento letal que utiliza el régimen israelí contra los habitantes de la Franja.
Sin embargo, los pacientes en Gaza no tienen las mismas posibilidades de tratamiento que los del exterior, ya que la terapia de radicación no se encuentra disponible y los tratamientos de quimioterapia no son completos.
Por esta falta de tratamiento, los médicos intentan trasladar a los pacientes a la Cisjordania ocupada. Sin embargo, para poder salir los enfermos necesitan obtener un permiso de las autoridades israelíes, algo que puede tardar meses y que no siempre se consigue.
Desgraciadamente, los pacientes con cáncer en Gaza no solo sufren por el dolor de los síntomas de esta enfermedad, sino que también tienen que aguantar la incertidumbre y la desesperación de si podrán conseguir tomar el tratamiento o morirán esperando alguna solución.