“En cualquier momento, se puede tomar la decisión, por la dirigencia de Siria y el Eje de Resistencia, para tratar de otra forma las agresiones israelíes”, adelanta el líder de Hezbolá en una entrevista con la cadena libanesa Al-Mayadeen.
Dirigiéndose al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, Nasralá ha alertado de las consecuencias de sus operaciones en Siria y le ha recomendado no “cometer errores de juicio y no arrastrar a la región hacia una guerra o un enfrentamiento mayor”.
De acuerdo con Nasralá, Israel sufrió una “derrota estratégica” en Siria y ahora Netanyahu intenta esconderla, ya que están cerca las elecciones parlamentarias del régimen de Tel Aviv.
Nasralá afirma que Netanyahu estaba seguro de que, con la ayuda de sus aliados, podía derrocar el Gobierno de Bashar al-Asad (presidente sirio) y, por eso armó a los grupos terroristas en el sur de Siria, pero, agrega el líder de Hezbolá, no pudo lograrlo y ahora el Ejército sirio es más poderoso que en los últimos 8 años cuando comenzó la crisis en el país árabe.
En cuanto a la lucha antiterrorista en Siria, Nasralá ha celebrado que está en la última fase aunque ha reconocido que algunas zonas de este país árabe están todavía bajo el control de los grupos terroristas, como el EIIL (Daesh, por sus siglas en árabe).
Desde el estallido del conflicto de Siria en 2011 han sido frecuentes los ataques aéreos y con fuego de artillería de Israel a posiciones del Ejército sirio y al aeropuerto de Damasco (capital).
De acuerdo con Damasco, los ataques israelíes no serían posible sin el “silencio mortal” del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) y el apoyo de Estados Unidos.
El pasado 5 de septiembre, el régimen de Tel Aviv reconoció por primera vez que su campaña de agresión sistemática contra Siria y el gran apoyo brindado a organizaciones terroristas en el país árabe.