El gasoducto con mayor carga política del mundo, Nord Stream 2, podría estar en peligro después de que Estados Unidos amenazara con imponer sanciones a las empresas alemanas involucradas en su construcción. Rusia insiste en que el proyecto es puramente económico, y agregó que las amenazas de Estados Unidos son un intento de forzar a la UE a comprar gas natural licuado estadounidense (GNL) en su lugar.
Los Estados Unidos están incrementando la presión sobre los estados miembros de la UE, especialmente en Alemania, para detener la construcción del gasoducto Nord Stream 2, informa Handelsblatt.
«Ahora es el momento de actuar», dijo un funcionario de la Casa Blanca sin nombre al periódico alemán, y dijo que Bruselas debe intervenir antes de que Rusia adquiera una influencia tremenda sobre Europa.
El funcionario advirtió que el proyecto jugaría en las manos de Moscú al limitar el espacio de maniobra de Europa con respecto a Rusia, reafirmando que Washington no quiere que la empresa siga adelante.
El funcionario también reiteró la demanda de Estados Unidos de que la UE tome medidas para garantizar su propia seguridad energética, además de garantizar flujos continuos de gas a Ucrania.
El líder de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, en diciembre, dijo que sería «demasiado radical» retirarse de Nord Stream 2, pero propuso reducir la cantidad de gas transportado por el gasoducto después de que Rusia incautó a tres buques de la Armada de Ucrania que violaron su frontera marítima.
El gobierno de Estados Unidos agradece tales consideraciones, dijo la fuente, advirtiendo, sin embargo, que sería difícil responsabilizar a Rusia retroactivamente una vez que se construya el oleoducto.
A principios de este mes, los políticos alemanes expresaron su indignación por una carta filtrada que el embajador de los Estados Unidos en Alemania, Richard Grenell supuestamente envió a las empresas locales para ahuyentarlos de Nord Stream 2. En la carta, publicada por Der Spiegel, el enviado advirtió a las compañías. de «acciones sancionadoras futuras específicas». La fuente de Handelsblatt admitió que la carta filtrada «no fue destinada al público».
Washington ha criticado a Nord Stream 2 por sus posibles implicaciones económicas y geopolíticas. Moscú y Alemania han rechazado repetidamente las acusaciones de que el proyecto liderado por Gazprom, que apunta a entregar 1.9 billones de pies cúbicos de gas por año a la UE a través del Mar Báltico sin pasar por Ucrania, es una herramienta política.
Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, describió la presión de EE. UU. Sobre la UE en relación con el gasoducto como un intento de alejar el bloque de los suministros de gas ruso y atraerlo hacia el gas natural licuado estadounidense (GNL).