A principios de este mes, una fuente anónima dijo a la agencia de noticias AFP que Estados Unidos comenzó a retirar equipos no esenciales de Siria, aunque el personal militar estadounidense sigue desplegado en el país del Medio Oriente. La retirada de tropas fue anunciada por el presidente Trump en diciembre de 2018.
A pesar de la promesa anterior del presidente Trump de retirar las tropas estadounidenses de Siria, Washington está considerando mantener algunas tropas en al-Tanf, una base estratégica en el sureste de Siria, para contrarrestar la influencia regional de Irán, según la revista Foreign Policy.
«Al-Tanf es un elemento crítico en el esfuerzo por evitar que Irán establezca una línea de comunicaciones desde Irán a través de Siria hasta el sur del Líbano en apoyo de la Hezbolá libanesa», dijo a la revista una fuente militar no identificada de Estados Unidos.
Irán ha sido repetidamente acusado de tener una presencia militar en Siria, así como de intentar construir una base allí. Sin embargo, Teherán ha refutado enérgicamente las afirmaciones, insistiendo en que su presencia militar en el país se limita a enviar asesores militares a instancias de Damasco para ayudar a combatir a los terroristas.
La política exterior también citó a un funcionario del gobierno de Estados Unidos diciendo que quedarse en al-Tanf podría plantear problemas legales para la administración de Trump.
En primer lugar, la Autorización de uso de la fuerza militar de 2001 estipula el uso de la fuerza contra los militantes no estatales, en lugar de las naciones como Irán, sin importar cuán problemáticos puedan ser.
En segundo lugar, hay un signo de interrogación sobre la voluntad del presidente Trump de aprobar un plan que mantiene a las fuerzas estadounidenses en Siria en medio de la retirada actual de tropas estadounidenses de Oriente Medio.
A principios de este mes, Hilal Hilal, el secretario regional adjunto del Partido Baath Socialista Árabe, dijo que Damasco continuará exigiendo la retirada de las tropas estadounidenses de la base de al-Tanf.
«Creemos que cualquier base extranjera creada en suelo sirio sin el consentimiento del presidente y el gobierno de Siria representa una ocupación y fuerzas agresivas. Por supuesto, lucharemos contra la existencia de tales bases en nuestro territorio», subrayó Hilal.
Su declaración se produjo después de que Trump anunció en su página de Twitter a mediados de enero que las tropas estadounidenses en Siria están comenzando su retirada «mientras golpean a los pequeños terroristas restantes de ISIS [Daesh *] desde muchas direcciones».
Las declaraciones siguieron a la declaración de un funcionario del Pentágono, citada por la agencia de noticias AFP, de que Estados Unidos está retirando equipos no esenciales, no tropas, de Siria «en esta etapa».
El 19 de diciembre, la Casa Blanca anunció que planeaba retirar cerca de 2.000 soldados estadounidenses de Siria en los próximos meses, una acción que, según Trump, puede explicarse por el hecho de que las fuerzas estadounidenses habían implementado su tarea de destruir Daesh * en el país árabe.
La decisión fue rechazada por algunos funcionarios estadounidenses y provocó dos renuncias: el secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, quien anunció que sus opiniones ya no estaban alineadas con las de Trump, y Brett McGurk, enviado presidencial especial para la coalición estadounidense en Siria.