Así lo reveló un reciente sondeo realizado por la empresa encuestadora Odoxa-Fiducial para el diario francés Le Figaro, que también indica que el 68 % de los consultados opina que el Gobierno de Macron “no está a la altura” de la crisis de seguridad, provocada por las movilizaciones de los llamados “chalecos amarillos”, en rechazo a la desigualdad económica y social.
La encuesta, asimismo, pone de relieve que el 56 % de los franceses sigue apoyando las marchas, el 77 % predice nuevas escenas de violencia y el 71 % considera al ministro del Interior, Cristophe Castaner, como responsable directo de toda la operación de contención.
El movimiento de los “chalecos amarillos” surgió en noviembre de 2018 para oponerse a la subida de los precios de los combustibles, pero después defendió causas más amplias, entre otras las relacionadas con los impuestos y el derecho a un referendo de iniciativa ciudadana.
Desde el inicio de las marchas, se han producido fuertes choques entre la Policía y los manifestantes, que han dejado 10 muertos, centenares de heridos y muchos detenidos.
En respuesta a los disturbios, Macron propuso el lunes comenzar un gran debate nacional para discutir y proponer ideas en torno a cuatro ejes: fiscalidad, organización del Estado, transición ecológica, y democracia y ciudadanía.