La salida de Estados Unidos del Tratado de Armas Nucleares (INF) de mediano y corto alcance será un golpe para el desarme y la estabilidad estratégica en el mundo, dijo hoy el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov.
Estamos dispuestos a continuar los contactos con la parte estadounidense, a pesar del fracaso de las conversaciones en Ginebra, debido a la política de ultimátum de Washington, para salvar este documento crucial de estabilidad estratégica, dijo.
Durante una conferencia de prensa conjunta con su homólogo alemán, Heiko Maas, Lavrov destacó, por otra parte, que la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa invitó a este país a asistir como observador a las elecciones ucranianas.
El jefe de la diplomacia rusa describió como negativa y contraproducente la decisión de Kiev de abandonar las elecciones del 31 de marzo que llegan a casi tres millones de ucranianos que viven en Rusia, donde no se habilitarán urnas.
De esta manera, se crea una situación artificial antes de las elecciones, en la que el actual gobierno ucraniano no respeta las normas democráticas más elementales de esta manera, dijo.
Lavrov también estimó que, en medio de la violación sistemática por parte de Kiev de los acuerdos de Minsk para buscar una solución pacífica al conflicto de Donbass, sería una pérdida de tiempo celebrar una reunión del Cuarteto de Normandía.
Alemania, Francia, Rusia y Ucrania crearon el cuarteto antes mencionado para evitar la influencia destructiva de los Estados Unidos en la solución de la disputa de Donbass. En ese momento, Washington apoyó abiertamente una solución militar en ese caso.
Ucrania se niega a cumplir con el principio de separación de fuerzas de la línea de confrontación y, en estas condiciones, no contribuirá en nada a resolver el conflicto, dijo.
Aquellos en el Oeste que patrocinan el gobierno ucraniano, instalado en Kiev después de un golpe de estado en febrero de 2014, deben presionarlo para que cumpla con los acuerdos de Minsk, dijo.
Por otro lado, Lavrov también se refirió al tema de la paz en Siria y denunció que el 70 por ciento de la zona de distensión creada en la provincia de Idleb está ocupada por formaciones terroristas.
El trabajo de esta zona de distensión se confía a Turquía, que junto con Irán y Rusia forman la troika de garantes de la tregua en todo el territorio sirio, excepto los terroristas, y de las zonas desmilitarizadas en el país levantino.