La oferta es parte de un contrato existente entre el gigante energético estatal Sinopec y la Compañía Nacional de Petróleo de Irán para operar el lucrativo campo petrolero Yadavaran en el área suroeste de la República Islámica.
La Corporación de Petróleo y Química de China (Sinopec) instó a Teherán a aceptar un acuerdo por $ 3 mil millones en el campo petrolero de Yadavaran, un campo petrolero iraní que los dos países ya están desarrollando, según el Wall Street Journal (WSJ).
El WSJ citó a una fuente que dijo que Sinopec notificó a la National Iranian Oil Company (NIOC) su intención de adquirir una parte del campo petrolero de Yadavaran, en línea con una exención de los Estados Unidos asignada a China.
La fuente agregó que Sinopec ofreció el nuevo acuerdo a fines de diciembre de 2018, cuando Washington le permitió a Pekín seguir comprando hasta 360,000 barriles de petróleo iraní por día gracias a la exención. La primera inversión en Yadavaran, con un valor aproximado de $ 2 mil millones, fue realizada por Sinopec en 2016.
Si se implementa, el nuevo acuerdo puede duplicar la producción en Yadavaran a más de 200,000 barriles por día en solo seis meses.
Yadavaran sigue siendo uno de los yacimientos petrolíferos sin desarrollar más grandes del mundo, con reservas de aproximadamente 31 mil millones de barriles de crudo ligero y pesado.
Después de abandonar el acuerdo nuclear de Irán de 2015, también conocido como Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), y de restablecer sus sanciones energéticas contra Irán en noviembre de 2018, los EE. UU. Otorgaron exenciones temporales a ocho clientes importantes del petróleo iraní: China, India, Sur Corea, Japón, Italia, Grecia, Taiwán y Turquía.
Las exenciones vencen después de un período de 180 días, pero se cree que Washington está considerando la extensión.
La salida de Estados Unidos del JCPOA fue anunciada por el presidente Donald Trump el 8 de mayo, cuando también se comprometió a restablecer las sanciones económicas contra Teherán y todas aquellas compañías que continúan cooperando con la República Islámica. Washington implementó la primera ronda de restricciones en agosto, mientras que el segundo paquete de sanciones entró en vigor el 5 de noviembre.