El presidente emitió una serie de tuits hoy en un esfuerzo por defender su postura e incitar a los demócratas a regresar a Washington y terminar con lo que llamó «la crisis humanitaria masiva en nuestra frontera sur».
«¡Los demócratas podrían resolver el cierre en 15 minutos!» dijo en un tuit, agregando otro: «Estaremos fuera por mucho tiempo a menos que los demócratas regresen de sus ‘vacaciones’ y regresen al trabajo. ¡Estoy en la Casa Blanca listo para firmar!». La mayoría de los legisladores abandonaron la ciudad el viernes y no regresarán antes del lunes, lo que deja pocas posibilidades de encontrar una solución al estancamiento antes de esa fecha.
El conflicto ha paralizado a Washington, su impacto se siente cada vez más en todo el país, y el presidente toma represalias al negarse a aprobar presupuestos para franjas de departamentos gubernamentales no relacionados con la disputa.
Como resultado, 800.000 empleados federales, trabajadores tan diversos como agentes del FBI, controladores de tránsito aéreo y personal de museos, no recibieron cheques de pago el viernes. El cierre se convirtió en el más largo registrado hasta la medianoche del viernes, cuando superó un período de 21 días en 1995-1996 bajo la presidencia de Bill Clinton.
El prometido muro en la frontera con México
En la actualidad Trump y la oposición demócrata en el Congreso mantienen un pulso por una asignación presupuestaria muy concreta: los 5.700 millones de dólares que el presidente pide al Congreso para edificar su prometido muro en la frontera con México.
Esta barrera fue una de las principales promesas electorales de Trump, quien tras dos años de mandato propuso iniciar su construcción y afirmó que «estaría dispuesto a cerrar el Gobierno» si no recibía el dinero que solicita.
Desde el 22 de diciembre, una parte de la Administración del país permanece clausurada mientras Trump y los dos líderes demócratas del Congreso, Nancy Pelosi y Chuck Schumer, han protagonizado tres semanas de constantes acusaciones hasta llegar al cierre más largo de la historia.
Para Trump el muro es necesario porque soluciona una «emergencia de inmigración creciente» en la frontera sur, según alertó el martes en un discurso al país que fue emitido por todas las televisiones en horario de máxima audiencia, el primero que dio desde el Despacho Oval.
Para la oposición el muro es «inmoral», contrario a los «valores de EE. UU.» y un gasto poco efectivo para mejorar el control de la inmigración clandestina y la seguridad fronteriza, según argumentaron sus líderes en un contradiscurso televisado que acumuló más audiencia que el de Trump.
El cierre podría ser más costoso que el muro
La confrontación que mantienen los líderes políticos de Washington ha supuesto, además, una pérdida económica de 3.600 millones de dólares, según la agencia S&P Global Ratings. Si el cierre se prolonga otras dos semanas costaría 6.000 millones, según la misma entidad, es decir, que podría terminar siendo más caro que el dinero que pide Trump para su muro.