Según explicó la agencia oficial siria de noticias SANA, durante una concentración organizada el sábado en el pueblo de Maydal Shams, los habitantes de los ocupados altos del Golán prometieron hacer frente a todas las prácticas injustas y opresivas de las autoridades israelíes que buscan robarles sus tierras y construir nuevos asentamientos.
En el acto, los participantes, convocados por activistas civiles y religiosos, afirmaron que se mantendrán unidos para evitar que Israel lleve a cabo el proyecto de “turbinas eólicas” en las tierras de cultivo que rodean los pueblos de Maydal Shams, Masada, Ein Qunya y Baqaatha, tierras que pertenecen a los habitantes de las aldeas ocupadas.
Ghassan Shaalan, un poblador de la aldea de Ein Qunya, dijo que el plan tendrá efectos adversos sobre la salud de las personas y el medio ambiente, además de dañar los cultivos y los huertos de los que dependen los locales para ganarse la vida.
Otro habitante de Masada, Hayel Masoud, afirmó que en los próximos días los lugareños realizarán una movilización para expresar su total rechazo a la iniciativa israelí.
Las autoridades del régimen de Tel Aviv intentan construir un proyecto de asentamiento mediante la puesta en marcha de 45 turbinas eólicas para generar electricidad en el Golán ocupado.
La medida implicaría la confiscación de más de 6000 dunams (equivaliendo 1 dunam a 1000 metros cuadrados) de tierras de cultivo que pertenecen a la gente de los pueblos mencionados anteriormente.
Israel ocupó y posteriormente anexó una gran parte de los altos de Golán en 1967, e incorporó esta zona a su sistema jurídico en 1981, lo que implica una anexión de facto, que ha recibido el rechazo de muchos países y organizaciones internacionales, como el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
A finales del pasado mes de noviembre, la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), con 99 votos a favor, 10 en contra y 66 abstenciones, aprobó una nueva resolución en la que pedía la desocupación de estas tierras por parte de Israel.