La histórica explotación de Estados Unidos contra América Latina.

La historia de la relación de Estados Unidos con América Latina es tan remota como desigual. Si bien, el escenario ya es conocido, sobre todo por los latinoamericanos, nunca está de más refrescar las cifras… y la memoria.

Explotación de recursos naturales

El 25 por ciento de los recursos naturales, entre enérgicos y de materias primas, que consume EE.UU., proviene de América Latina; dejándole a los países de la región entre el 1 y el 2 por ciento de ganancias de sus propios recursos, además de la responsabilidad de lidiar con los daños medioambientales y sociales que dejan estas explotaciones.

Deudas más que económicas

En total, América Latina mantiene una deuda externa que alcanza el medio billón y medio de dólares entre lo adeudado al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial, organismos internacionales cuyos principales accionistas provienen de bancos privados de EE.UU.

Si trasladamos a estadísticas la suma de las deudas de la región latinoamericana con el FMI y el Banco Mundial, podríamos decir que cada hombre y mujer latinoamericano nace debiendo 2.500 de dólares a estas bancas; con lo que su vida ya está hipotecada.

Colonias de EE.UU.

La mayoría de los Gobiernos de América Latina son neoliberales, los que permiten excelentes condiciones para la industria estadounidense, las que se instalan en dichos países aprovechando las facilidades gubernamentales para la explotación de sus recursos y la falta de regulación laboral y medioambiental.

El negocio entre EE.UU. y los países latinoamericanos neoliberales consiste en que el imperio extrae de estas naciones materias primas a muy bajo costo, las que procesa y vende a los mismos países, pero a elevados precios. ¿Cuál es la ganancia de los Gobiernos explotados?: Convertirse en colonias del imperio, al no contar con la industria necesaria para explotar sus propios recursos.

De esta manera, se asume una relación de dependencia económica y social; una «alianza» asimétrica, de patrón y empleado; lo que permite que, entonces, EE.UU. incida en los asuntos internos de las naciones.

Paradójicamente, gran parte de las poblaciones de esas naciones son las que han emigrado de manera masiva hacia EE.UU., escapando de la pobreza. Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) más de 1.400 inmigrantes llegan diariamente a la frontera sur del país norteamericano.

Asimismo, cuando un país latinoamericano que era parte de las colonias del imperio, asume un Gobierno contradictorio a sus políticas y modifica el modo operativo en materia económica, EE.UU. arremete contra este, a través de distintos mecanismos, como golpes de Estado, guerras económicas, bloqueos financieros, sanciones, campañas mediáticas, y el respaldo de la Organización de Estados Americanos (OEA) o el autodenominado Grupo de Lima.

Al menos 70 bases militares existen hoy en toda América Latina.

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