Nicaragua rechaza existencia de presos políticos en el país.

“Los que están presos, no son presos políticos, están presos porque cometieron delitos, asaltos, saqueos, muertes, destrucción”, señaló el jefe de la Policía de Nicaragua, Francisco Díaz, durante un acto público en la capital Managua.

El alto cargo defendió la actuación del cuerpo policial en el marco de las manifestaciones antigubernamentales que ocurrieron en Nicaragua, porque, a su juicio, intentaban derrocar al mandatario del país, Daniel Ortega.

Las declaraciones del jefe policial se dan en respuesta a los comentarios del exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia Rafael Solís Cerda, que renunció de manera “inmediata e irrevocable” el pasado 8 de enero alegando discrepancia en la forma como gobierna la pareja presidencial.

Solís, el primer funcionario de la cúpula de Ortega en dimitir, también denunció la instauración de “una dictadura con caracteres de monarquía absoluta”.

El exmagistrado, que también renunció a su militancia dentro del partido, desmintió la versión de Ortega que ha afirmado en reiteradas ocasiones que hubo un intento de golpe de Estado y aseveró la existencia de reos por diferencias políticas.

Asimismo, reprochó que en medio de la crisis estén enjuiciando a una gran cantidad de detenidos “con una serie de acusaciones absurdas sobre delitos que nunca cometieron”.

Desde abril de 2018, Nicaragua vive una crisis sociopolítica que generó protestas en contra de la Administración de Ortega, debido a unas reformas a la ley de seguridad social. Sin embargo, a pesar de que ese decreto presidencial fue revocado las protestas continuaron.

Managua dice que las protestas en su contra, que se saldaron con 199 muertos, tienen como objetivo provocar un golpe de Estado y acusa a Estados Unidos de estar detrás de las manifestaciones y de alimentar a los golpistas.

 

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