La crisis, que comenzó con las disputas entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los demócratas por el financiamiento de la construcción de un muro en la frontera mexicana con presupuesto temporal, continúa tras 20 días del cierre del gobierno federal.
Trump, quien argumentó que criminales, pandillas y traficantes de personas ingresan ilegalmente a Estados Unidos a través de la frontera con México, sostiene que el gobierno federal puede permanecer cerrado por años a menos que se proporcione el financiamiento para el muro.
El mandatario, por otro lado, afirma que México pagará el costo del nuevo muro que se construirá en la frontera tras el acuerdo comercial firmado entre Estados Unidos, Canadá y México.
En sus declaraciones sobre el tema, Trump enfatizó que el muro que se construirá en la frontera con México estaría hecho de acero.
Cuando Donald Trump exigió una subvención adicional de USD 5.7 mil millones para el muro mexicano, la Casa Blanca y el Congreso no lograron un acuerdo y el gobierno federal se cerró parcialmente.
¿Cuál es la actitud de los demócratas?
Las críticas de los demócratas a Trump se centran alrededor del muro, un tema que ha estado por mucho tiempo en la agenda de la opinión pública estadounidense.
Los demócratas, que conquistaron la mayoría en la Cámara de Representantes en las elecciones del 6 de noviembre, comparten la opinión de que el presupuesto de Trump para el muro es demasiado alto.
En una reunión en la Oficina Oval, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que «los estadounidenses no querían que el Gobierno se cerrará debido a Trump». Tras estas declaraciones, el ambiente sobre el tema se tornó tenso.
¿Qué es el «cierre» del gobierno federal?
En septiembre, el Senado de los Estados Unidos aprobó el presupuesto preliminar de USD 854 mil millones, lo que evitaría que el gobierno federal cierre antes de las elecciones de noviembre.
Según la ley de Estados Unidos, si el Congreso no puede aprobar un presupuesto permanente para el año fiscal que comienza el 1 de octubre y finaliza el 30 de septiembre, es necesario cerrar los presupuestos temporales. Cuando no se aprueba el presupuesto provisional, el gobierno federal, que pierde la autoridad de gasto, es cerrado.
Esto significa que el gobierno federal, que atiende a más de 320 millones de personas, detiene todas las actividades que no sean servicios básicos. Los empleados públicos que no son vitales en este proceso son obligados a tomar una licencia, mientras que los funcionarios públicos, de agencias como el Ejército de EEUU, la CIA, el FBI y la NSA, los médicos y enfermeras que trabajan en hospitales públicos, los oficiales de seguridad en los aeropuertos y las prisiones continúan con sus obligaciones.
Estos empleados, que están en la categoría de personal “vital”, no pueden recibir sus salarios en periodos de cierre hasta que el Congreso haya aprobado un nuevo presupuesto. Mientras el número de empleados para los servicios no vitales en el país es de aproximadamente 850.000, la cantidad de personal vital es de alrededor de dos millones.
El cierre del Gobierno federal podría batir un récord
No es la primera vez que el gobierno federal cierra en los Estados Unidos. Desde 1976, el gobierno federal ha permanecido cerrado 21 veces.
El primero de los cierres tuvo lugar durante la 38ª Presidencia de los Estados Unidos, durante el mandato de Gerald Ford, debido al desacuerdo entre los republicanos y los demócratas.
Durante el período del 44º presidente, Barack Obama, las instituciones estatales tuvieron que interrumpir sus actividades y permanecieron cerradas desde el 1 al 17 de octubre de 2013 debido a que la transición en el Congreso de Obamacare se convirtió en una crisis presupuestaria.
El período en el que el gobierno permaneció cerrado durante más tiempo fue durante 21 días entre 1995 y 1996, bajo la presidencia de Bill Clinton.