Durante el primer día de debate parlamentario que precede la votación sobre el acuerdo del Brexit, la primera ministra sufre una nueva derrota que le pone en una posición todavía más difícil.
Theresa May quema su último cartucho mientras trata de sacar adelante su acuerdo del Brexit. Este ha sido el primer día de debate sobre el texto, y con nada nuevo que ofrecer, en el Parlamento reina el escepticismo sobre las opciones reales de salir el próximo 29 de marzo o de conseguir un acuerdo.
May cuenta con pocas opciones para sacar el texto adelante, y menos aún tras las recientes derrotas parlamentarias, en el que diputados pro europeos se unieron para evitar que May pueda legislar si no descarta la opción de salir sin acuerdo. La derrota de este miércoles obligará a la premier británica a ofrecer un nuevo plan en tres días, si su acuerdo fracasa.
Mientras tanto, el líder de la oposición británica, Jeremy Corbyn, se resiste a presiones dentro de su partido para pedir un segundo referéndum, y afirma que someterá al gobierno a una moción de censura si el acuerdo de la primera ministra no supera la votación parlamentaria.
Pocos en Westminster creen que May pueda sacar su propuesta adelante, y menos aún seguir como primera ministra hasta el final de la legislatura, pero con un Parlamento fragmentado frente al Brexit, y un líder de la oposición que no se decanta por una postura clara, quien tome las riendas de las negociaciones no tendrá una labor fácil.