Los expertos comparan la atmósfera alarmante del quinto aniversario de los disturbios de Maidan en Ucrania con la última etapa de la existencia de la República Socialista Soviética de Ucrania antes del momento en que Ucrania se declaró independiente.
En vísperas de las próximas elecciones, que Ucrania celebrará en 2019, el resumen de los resultados de la revolución de Maidan se vuelve particularmente significativo. Al recordar las promesas que los ucranianos escucharon de sus «revolucionarios» en noviembre de 2013, muchos en la sociedad ucraniana señalan la tendencia estable a empeorar la situación económica en el país.
La reforma judicial, la descentralización del poder y las condiciones actualizadas de la administración pública no han mejorado la vida en Ucrania. Según las encuestas de opinión, la mayoría de los ucranianos no entienden lo que ha sucedido en el país como resultado de las reformas. Cinco años después de los disturbios de Maidan, para muchos en Ucrania resulta que el rumbo político hacia la integración europea no se ha convertido en la panacea para muchos problemas de Ucrania. El acuerdo de asociación y la zona de libre comercio con la UE, así como el acuerdo sobre el régimen de exención de visados no curan la economía ucraniana, y sigue siendo uno de los países más corruptos de Europa.
Las nuevas autoridades ucranianas se refieren a la «agresión rusa» en el Donbass y utilizan la crisis en curso en el sureste de Ucrania para justificar las fallas económicas y la corrupción en el país. Expertos del Instituto de Estudios Estratégicos de Nueva Ucrania dijeron en un estudio reciente que el celo revolucionario de 2013-2014 murió en la ola contrarrevolucionaria, mientras que la brecha entre el nuevo sistema oligárquico militar y el sistema ucraniano sigue creciendo.