Según Beijing, el caza furtivo de quinta generación chino Chengdu J-20, que ingresó al servicio militar el año pasado y participó en el Airshow China 2018 en Zhuhai, ahora podrá atacar objetivos a mayores distancias.
La Televisión Central de China reveló que la aeronave ha sido equipada con una sonda de reabastecimiento de combustible retráctil incrustada en el lado derecho de la cabina, para ayudar al luchador a mantener el sigilo mientras vuela grandes distancias, informó el Air Force Times.
Anteriormente, se había informado que el J-20 luchaba por permanecer en modo oculto, y se había decidido utilizar una sonda retráctil, ya que una sonda constantemente expuesta haría que el J-20 fuera visible para los sistemas de radar enemigos.
Otra característica para ayudar a que el J-20 se mantenga sigiloso es permitir que cuatro de los seis misiles a bordo se almacenen internamente, dijeron expertos militares chinos al Global Times de China.
El rango exacto del luchador furtivo, apodado Powerful Dragon, es desconocido.
El Air Force Times sospechaba que la aeronave tiene un radio de combate de 1.100 kilómetros, lo que le permite realizar ataques e interceptaciones de largo alcance. Con capacidad de reabastecimiento de combustible aéreo, el J-20 puede extender su alcance, permitiendo a China patrullar mejor los cursos de agua en disputa.
El diseñador jefe del J-20 dijo, citado por el Air Force Times, que ciertas capacidades no pudieron presentarse en la reciente exhibición aérea, señalando que el mundo tendría que esperar y ver qué podía ofrecer el J-20.
El J-20, una plataforma de combate que según los expertos chinos es superior al F-22 Raptor de EE. UU. Y al F-35 Lightning II Joint Strike Fighter, se incorporó a las unidades de combate chinas en febrero. Se probó en ejercicios de entrenamiento de combate, sin embargo, según el South China Morning Post, se espera que la aeronave reciba nuevos motores que permitirán que el warcraft «alcance su máximo potencial», según los informes.