Alejandro Pizano, el hijo de uno de los testigos fundamentales en la trama de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht en Colombia, murió envenenado con cianuro poco después del fallecimiento de su padre, aparentemente producido por un infarto.
Los decesos de dichas personas ocurrieron entre jueves y domingo, y aunque en un inicio se creyó que Alejandro había perecido por causas naturales, la autopsia mostró un supuesto envenenamiento.
«Las pruebas recaudadas (…) indican que la víctima habría encontrado el cianuro en una botella de agua saborizada que se hallaba en el escritorio de su padre, de la cual ingirió un sorbo», manifestó el órgano investigador a través de un comunicado.
Además, personas cercanas a la familia indicaron a la fiscalía que luego de beber de esa botella, Pizano percibió un mal sabor y a los pocos minutos experimentó un fuerte dolor estomacal, para luego morir de camino al hospital.
El hombre se había trasladado de España a Colombia para presentarse en el funeral de su padre, Jorge Enrique Pizano, exauditor financiero de la compañía que se alió con Odebrecht para construir la Ruta del Sol II.
Jorge Enrique Pizano era testigo en la pesquisa por presuntos sobornos que habría pagado Odebrecht para quedarse con la millonaria obra. Pese a que padecía cáncer y murió por un aparente infarto, lo ocurrido con el hijo alertó a las autoridades y ahora la fiscalía ha ordenado que ambos hechos sean investigados por peritos de la entidad forense estatal.