Washington impuso duras sanciones contra los sectores de energía, banca y transporte de Teherán el 5 de noviembre, cumpliendo las promesas hechas durante el retiro unilateral de Trump en mayo del acuerdo nuclear con Irán. El secretario de Estado Mike Pompeo prometió que las sanciones serán las «más fuertes de la historia».
El asesor de seguridad nacional de los Estados Unidos, John Bolton, prometió que Washington ejercerá aún más presión sobre Teherán luego de su último conjunto de sanciones, que entró en vigencia el 5 de noviembre de 2018, informó Bloomberg.
«Creemos que el gobierno [iraní] está bajo una presión real y es nuestra intención presionarlos muy fuerte […] apretarlos hasta que las tuercas rechinen», dijo.
Bolton señaló además, al comentar sobre los intentos de la UE de superar las sanciones de Estados Unidos, que con el tiempo, Europa aceptará el hecho de que ya no puede hacer negocios con Teherán.
«Me gusta comparar las actitudes que están cambiando en Europa con un libro escrito hace años en los Estados Unidos llamado ‘Las seis etapas del dolor’. Comienza con la negación. Luego termina en la aceptación «, dijo Bolton.
En mayo, el gobierno de Trump anunció planes para restablecer las sanciones contra Teherán, que se levantaron anteriormente en virtud del acuerdo nuclear con Irán, firmado en 2015. Las sanciones más recientes afectan a las esferas de energía, banca y transporte del país. La red internacional de mensajería financiera SWIFT ya ha declarado que ha cortado la comunicación con «ciertos bancos iraníes».
Los restantes firmantes del acuerdo nuclear con Irán, incluidos los otros cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, así como la UE y Alemania, han criticado la decisión de Estados Unidos de retirarse del acuerdo. Teherán prometió continuar vendiendo su petróleo a sus clientes a pesar de las sanciones de Washington.
Los líderes de varios países europeos, que decidieron apegarse al acuerdo con Irán, intentaron disuadir al presidente estadounidense Trump de imponer sanciones, pero sin éxito. Ahora, la UE ha anunciado la creación de un mecanismo que permitirá a las empresas europeas seguir trabajando con Irán sin la amenaza de verse afectadas por las sanciones secundarias de los EE. UU.