Las multitudes ultranacionalistas que acudieron a Polonia para su marcha del día de la independencia se vieron realizando saludos nazis y quemando bengalas en el evento a la que asistieron 200.000 personas. La policía, sin embargo, se quedó ociosa.
Una multitud de personas, incluidos varios grupos de extrema derecha, desató un mar de fuego y humo en las calles y plazas de la capital polaca de Varsovia durante un evento que marcó el centenario de la independencia de Polonia el domingo. Los videos publicados en las redes sociales muestran una plaza de Varsovia iluminada con miles de bengalas rojas quemadas por los manifestantes.
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Descrito el año pasado como la reunión de extrema derecha más grande del mundo, los participantes aparentemente se sintieron bastante cómodos en las calles de Varsovia. Las fotos publicadas en las redes sociales mostraron a miembros del Campamento Radical Nacional de Polonia (ONR), que a menudo se describe como un grupo neonazi, agitando sus banderas mientras participaban en la celebración.
Miembros de otra organización ultranacionalista llamada la Juventud de todos los polacos fueron vistos desplegando una gran pancarta con sus símbolos durante la marcha. Según algunos informes, también quemaron una bandera de la UE.
También se vio que se lanzaban bengalas y petardos a las calles, aunque se suponía que la pirotecnia estaba prohibida en el mitin. Testigos presenciales dijeron que la policía ignoró las travesuras.
https://twitter.com/notesfrompoland/status/1061606230450429952
Se gritaron consignas como «Estados Unidos, imperio del mal» y «Polonia, blanca y católica». Sin embargo, los nacionalistas polacos no fueron los únicos en asistir al controvertido evento. Junto a la ONR marcharon los neofascistas italianos del movimiento radical Forza Nuova.
Tales acciones no solicitaron ninguna respuesta de las autoridades polacas: no hay informes de detenciones o casos de interferencia de la policía durante la marcha. La policía polaca estaba en huelga en el momento del evento y advirtió con anticipación que no sería capaz de proporcionar seguridad para ello.
El gobierno polaco también hizo un movimiento sin precedentes no solo sancionando el evento sino también participando en él. El presidente Andrzej Duda, el primer ministro Mateusz Morawiecki y el líder del gobernante partido conservador Ley y Justicia, Jaroslaw Kaczynski, participaron en una marcha conjunta.
Kaczynski, considerado uno de los hombres más poderosos de Polonia y conocido por sus opiniones intransigentes, calificó la marcha como «un gran éxito», según Radio Polonia.