El icónico An-2 soviético, el avión más largo producido en el mundo, se ha convertido en un avión no tripulado por parte de China y ahora es el mayor UAV de transporte en el cielo, según los medios locales.
El pequeño biplano monomotor comenzó su destacada carrera en 1947 y se convirtió en un caballo de batalla civil en muchos países del antiguo bloque soviético, gracias a su confiabilidad, a los requisitos virtualmente inexistentes de infraestructura terrestre y a la asequibilidad. Es mejor conocido como el Kukuruznik en Rusia, o ‘plumero de maíz’, debido a su uso en la agricultura.
Los productores chinos han estado construyendo copias del avión desde 1957, y uno de ellos, el Shifei Y5B, ha recibido capacidad de vuelo no tripulado por parte de la Academia China de Tecnología Electrónica Aeroespacial.
La versión del avión no tripulado se llama Feihong-98 (FH-98) y realizó su primer vuelo en el sitio de prueba de Baotou en la región autónoma de Mongolia Interior del norte de China el martes pasado, según los medios chinos.
El FG-98 tiene un peso máximo de despegue de 5.25 toneladas, una capacidad máxima de 1.5 toneladas y un alcance máximo de 1.200 kilómetros. Estas características lo convierten en el avión no tripulado de transporte más grande del mundo, mientras que su capacidad para aterrizar en una superficie más o menos plana de 150 metros lo convierte en una posible columna vertebral para una red logística nacional de aviones no tripulados. Los FG-98 pueden entregar cargas a granel a diversas regiones de China, donde los paquetes individuales se cargarían en cuadricópteros más pequeños para la etapa final de entrega.
China es uno de los principales diseñadores y productores de aviones no tripulados, tanto para uso civil como militar, que compiten con países como Estados Unidos e Israel en el área. Además, al ser un fabricante líder de bienes de consumo, China, naturalmente, ha desarrollado una ventaja en el comercio electrónico. Las grandes tiendas en línea como Alibaba buscan oportunidades para cubrir mejor el mercado nacional de China con sus redes de distribución, pero las entregas a algunas áreas rurales con infraestructura de transporte poco desarrollada las obstaculizan. La entrega de aire a través de drones es una solución potencial a este problema.