Los indignados han comenzado este sábado su protesta desde el centro de la capital británica en dirección hacia el Parlamento para exigir al Gobierno de la primera ministra Theresa May que convoque un segundo referéndum sobre el Brexit.
Los manifestantes, ondeando la bandera azul y dorada de la Unión Europea (UE) y portando pancartas donde se leía; “Bollocks to Brexit” (“a la mierda el Brexit”), pedían bajo un cielo soleado otra votación pública sobre los términos del Brexit.
Muchos políticos han apoyado la marcha, promovida por la organización People’s vote, y la organización estima que han acudido en torno a 570 000 personas, según informa la cadena británica BBC. Incluso a través de la cuenta de Twitter European Movement UK se estima que rondan los 700 000 manifestantes.
Se trata de la mayor protesta pública hasta ahora contra la salida del Reino Unido de la Unión Europea. La última gran marcha hacia el Parlamento británico para pedir un nuevo referéndum reunió en junio a unas 100 000 personas.
Los manifestantes advierten de que una salida sin acuerdo con el bloque europeo podría afectar sectores económicos vitales y empujaría al Reino Unido a la recesión.
Un sondeo publicado hoy por el diario The Times afirma que, en caso de que la negociación entre Londres y Bruselas desemboque en desacuerdo, como parece ahora probable, el 43 % de los consultados desearían la convocatoria de otro referéndum y el 38 % prefiere la marcha sin acuerdo. Solo el 16 % cree que una nueva consulta repararía la aguda división británica.
La primera ministra, por su parte, ya ha descartado la celebración de un nuevo referéndum como “acuerdo final” sobre el Brexit, no obstante, los diputados de los principales partidos políticos están apoyando la manifestación.
El Ejecutivo de May está bajo presión por su decisión de separarse de la UE sin un acuerdo, y hay incluso quien exige a los conservadores británicos que barajen el reemplazo de la premier en 2019.
El plan de salida de May, denominado “plan Chequers”, pone en peligro las condiciones del mercado, las exportaciones, reduce la mano de obra y eleva los costos de producción en las naciones constituyentes, de acuerdo con algunos informes.
Las autoridades de Irlanda del Norte. por su parte, han expresado su temor de que el Brexit y el posible establecimiento de fronteras “rígidas” con la República de Irlanda provoquen disturbios, e incluso ataques del Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés).
https://twitter.com/peoplesvote_uk/status/1053614086481723392