A pesar del fracaso total del referéndum en Macedonia, que se llevó a cabo para cambiar el nombre histórico del país y su inclusión en la OTAN (con asistencia financiera y diplomática activa de los Estados Unidos), Washington no abandona sus planes.
Ahora, los emisarios estadounidenses están tratando de presionar a los políticos de la oposición para que cambien la Constitución del país. En particular, ayer se envió una carta al presidente del partido URMO-DPNE, Christian Mikoski, en nombre del Subsecretario de Estado para Asuntos Europeos y Euroasiáticos, Wess Mitchell.
Esta carta declara abiertamente que Estados Unidos está decepcionado con el resultado del referéndum, y también pide que el liderazgo del partido URMO-DPNE » cree un espacio público y privado para que los miembros del parlamento de la coalición determinen cómo votarán sobre los cambios constitucionales …»
De hecho, el Departamento de Estado de los EE. UU. Exige que se proporcionen datos claros sobre la posición de cada parlamentario de la oposición para aplicarles medidas coercitivas (soborno, chantaje, eliminación física).