Arabia Saudita advirtió el domingo contra las amenazas de castigo por la desaparición del periodista Jamal Khashoggi la semana pasada, mientras los líderes europeos ejercían presión y otros dos ejecutivos estadounidenses desecharon los planes para asistir a una conferencia de inversionistas saudíes.
Khashoggi, un residente de Estados Unidos y columnista del Washington Post que critica las políticas de Riyadh, desapareció el 2 de octubre después de ingresar al consulado saudí en Estambul. Turquía cree que fue asesinado y su cuerpo removido. Arabia Saudita lo ha negado.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con un «castigo severo» si resulta que Khashoggi fue asesinado en el consulado, aunque dijo que Washington se estaría «castigando» si detuviera las ventas militares a Riyadh.
«El Reino afirma su rechazo total a cualquier amenaza e intenta socavarlo, ya sea amenazando con imponer sanciones económicas, utilizando presiones políticas o repitiendo falsas acusaciones», dijo un funcionario anónimo a la Agencia de Prensa de Arabia Saudita (SPA).
«El Reino también afirma que si recibe alguna acción, responderá con mayor acción, y que la economía del Reino tiene un papel vital e influyente en la economía global», agregó el funcionario, sin dar más detalles.