Las elecciones del pasado 1 de julio fueron las más violentas en la historia de México, sin embargo, la violencia no se detuvo una vez que finalizó la jornada, ya que a partir del 2 de julio las agresiones y homicidios en contra de políticos continuaron.
Desde entonces hasta ahora, las autoridades mexicanas han contabilizado un total de 63 ataques y 21 homicidios de políticos, 4 de ellos habían ganado las elecciones y habían sido declarados como autoridades electas.
Se trata de Eliseo Delgado Sánchez, alcalde electo en Buenavista Tomatlán, Michoacán y Rosalío González Cortez, regidor electo en Armería, Colima, ambos del partido Morena; Agustín Banda Olivares, regidor electo en Cortázar, Guanajuato, por el PRD; y Félix Aguilar Caballero, alcalde electo en Nopalucan, Puebla, por el PVEM.
A estos casos se suma el atentado contra Blas Godínez Ortega, presidente municipal electo de Gómez Farías, Chihuahua, quien fue postulado por Morena. Godínez Ortega se debate entre la vida y la muerte.
Asimismo, otras autoridades electas han sufrido otro tipo de ataques y atentados que van desde insultos hasta la privación de la libertad por algunas horas.