Cataluña ha vuelto a vivir una manifestación independentista masiva en Barcelona con motivo de su día nacional para reivindicar la República catalana.
Cientos de miles de personas se han congregado en las calles de Barcelona con motivo de la Diada, la fiesta nacional catalana, para lanzar un mensaje claro e inequívoco: libertad. La exigencia de la excarcelación de los presos políticos y exiliados y el deseo de culminar la independencia declarada el año pasado han marcado la jornada.
Un grito ensordecedor ha travesado la avenida Diagonal de Barcelona para evidenciar la fuerza de la gente frente a los obstáculos para la secesión. El Gobierno catalán en bloque, presente en la manifestación, ha pedido al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, valentía e inteligencia política para dejar en libertad a los líderes y negociar un referéndum.
Durante la marcha se han oído proclamas contra el rey de España, Felipe VI, y a favor de la unidad de los partidos independentistas para mantener el pulso al Estado. Esta movilización ha sido el inicio de una ola de protestas, según los organizadores.
Por séptima ocasión consecutiva, el independentismo ha evidenciado su fuerza en las calles, siempre de manera festiva y pacífica, en plena etapa de diálogo con el Gobierno de Sánchez.
Precisamente Sánchez ha pedido respeto a la convivencia en este día nacional, mientras Ciudadanos, el partido más votado en las últimas elecciones, ha realizado un acto alternativo para cargar contra el separatismo.