Un estudio independiente muestra la ineficiencia de los congresos locales en México. Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), hay diputados locales que invaden funciones que les corresponden a los gobernadores, hacen uso indebido de recursos públicos, realizan una mala planeación del gasto y asignan de manera discrecional los presupuestos y el capital humano al interior de los Congresos estatales.
El Informe Legislativo 2018 del IMCO detalla cómo legisladores de congresos locales usan un presupuesto millonario para actividades de desarrollo social y que podrían usarse para campañas políticas.
Algunos congresos de este país han aumentado su presupuesto de manera injustificada, pero quizá el que se lleva la nota sobresaliente es la asamblea legislativa de la Ciudad de México (capital), a sus ciudadanos le cuesta el doble de lo que cuesta el Congreso de Diputados de España, y sus resultados dejan mucho que desear.
Los datos del IMCO revelan también el alto costo para los ciudadanos que tiene el mantenimiento de legisladores poco productivos. Cada diputado de la Ciudad de México cuesta casi dos millones de dólares anuales.
El IMCO asegura que urge la profesionalización de los congresos, y que los congresos locales rindan cuentas a los Gobiernos estatales. Dice también que para la próxima legislatura, los diputados deben reducir gastos superfluos como los de seguros médicos, vales de gasolina y comida, telefonía celular y renta de oficinas fuera de las instalaciones legislativas.