Estados Unidos y sus aliados están preparando nuevos ataques aéreos contra Siria, dijo el Ministerio de Defensa ruso, y agregó que los militantes están listos para organizar un ataque con armas químicas para enmarcar Damasco y proporcionar un pretexto para los ataques.
El ataque se usará como pretexto para ataques aéreos estadounidenses, británicos y franceses contra objetivos sirios, dijo el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, general de división Igor Konashenkov. «The Sullivans» de USS, un destructor de misiles guiados Aegis de la clase Arleigh Burke, ya fue desplegado en el Golfo Pérsico hace un par de días, agregó.
El destructor tiene 56 misiles de crucero a bordo, según datos del Ministerio de Defensa ruso. Un US Rockwell B-1 Lancer, un bombardero supersónico equipado con 24 misiles de crucero, también se ha desplegado en la base aérea Qatari Al Udeid.
Las provocaciones están siendo preparadas por militantes del Frente Al-Nusra (ahora conocido como Tahrir al-Sham) en la provincia de Idlib, al noroeste de Siria,
Para organizar el ataque, se entregaron unos ocho cartuchos de cloro en la aldea cerca de la ciudad de Jisr al-Shughur para el uso de los terroristas, agregó. Un grupo separado de militantes, preparado por la empresa privada de seguridad británica Olive, también llegó a la zona. El grupo se disfrazará de voluntarios del grupo White Helmets y simulará una operación de rescate en la que participarán lugareños supuestamente heridos en el ataque, según el oficial militar.
Según el portavoz del Ministerio de Defensa, las recientes declaraciones del asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, John Bolton, en las que amenazó con bombardear a Siria, podrían interpretarse como una confirmación implícita de tales ataques aéreos. El 22 de agosto, Bolton declaró que «… si el régimen sirio usa armas químicas, responderemos con mucha fuerza y realmente deberían pensar en esto durante mucho tiempo».
En abril, los Estados Unidos, el Reino Unido y Francia desencadenaron una campaña de bombardeo sobre Siria. Los ataques aéreos se llevaron a cabo en respuesta a un presunto ataque con gas en Douma el 7 de abril, que Occidente culpó al gobierno de Bashar Assad. La operación comenzó horas antes de que un equipo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW) llegara a la ciudad.
En aquel entonces, las defensas sirias se revolvieron para repeler unos 103 misiles de crucero y misiles aire-tierra lanzados contra objetivos civiles y militares por el trío occidental. Logró interceptar al menos a 71 de ellos, dijo el Ministerio de Defensa ruso en ese momento.