La falta de seguridad en Brasil ha disparado el número de armas en circulación, asegura un sistema de estadísticas del país suramericano. «Uno de los principales problemas que explica el aumento en la tenencia de armas tiene que ver con la falta de seguridad. En varias regiones del país, el año de Bruno Elgeani, investigador del Instituto brasileño Sou da Paz. De acuerdo con Langeani, el número de armas de fuego en manos de civiles en Brasil se ha multiplicado por ocho en comparación con los datos de 2007, cuando se registró 3901 nuevas armas de fuego a nombre de particulares.
En 2017, el número total de armas bajo el mandato del presidente Michel Temer fue de 328 893. El estado de Río Grande del Sur encabezó la lista con un total de 52 909 armas, seguido de los estados de Sao Paulo con 48 487 y de Santa Catarina con 33 392. Langeani afirma que las cifras planteadas coinciden con la tasa de delincuencia en los estados brasileños, de modo que, donde se encuentran más armas, se ven más actos de violencia.
Según datos del Foro Brasileño de Seguridad Pública, el país registra cada año alrededor de 60 000 homicidios, y la tendencia es al alza. En esta misma línea, Temer, anunció en febrero del presente año, la creación del Ministerio Extraordinario de Seguridad Pública, en medio de una ola de violencia en el país, en particular, en el estado de Río de Janeiro.
El investigador ha explicado que a pesar de la inseguridad y el miedo que puede a la población a comprar armas de fuego, la posible anulación de la Ordenanza de Desarme, un favor de los que conservadores políticos abogan, sin duda alguna, aumentaría el número de armas en circulación. La Ordenanza de Desarme es una legislación brasileña aprobada en 2003, conocida como el Estatuto de Desarme para reforzar el control sobre las armas en circulación en el país sudamericano.