En Lima, la capital, los movilizados gritaban el viernes lemas como “A la cárcel todos los corruptos”, “Fuera todos los corruptos, reforma total del sistema judicial”, para expresar su gran indignación por el escándalo de audios de jueces negociando sentencias.
Los manifestantes recorrieron varias calles principales de la capital hasta llegar a la sede del Palacio de Justicia, fuertemente protegida por la policía. La marcha se desarrolló en Lima casi de manera pacífica, menos cuando los agentes de seguridad empezaron a lanzar gases lacrimógenos para impedir que la multitud llegase al Congreso.
“Todo está podrido”, “¡Poder judicial, vergüenza nacional!”, repetían los manifestantes que llegaron con escobas y banderas pintadas con color negro, a manera de luto.
Similares marchas de protesta se llevaron a cabo también en otras ciudades del país sudamericano, incluidos Ayacucho, Arequipa, Cusco, Puno, Chiclayo, Huánuco, Trujillo y Huancayo. En Huánuco, ubicado en la parte norcentral de Perú, decenas de manifestantes lavaron la bandera nacional bicolor del país en señal de rechazo contra la corrupción descarada que afecta al Ministerio Público, Poder Judicial, Consejo Nacional de la Magistratura y el Congreso de la República.