Andrew Brunson, un pastor cristiano de Carolina del Norte que ha trabajado en Turquía durante más de 20 años, fue detenido en octubre de 2016 y acusado de ayudar al grupo, que según Ankara estaba detrás de un fallido golpe militar a principios de ese año. El abogado de Brunson, Ismail Cem Halavurt, confirmó los informes de los medios turcos de que la corte había dictaminado que se lo trasladara a arresto domiciliario. Él tendrá que usar un brazalete electrónico en el tobillo y se le prohibirá salir del país, dijo Halavurt.
Hace una semana, el mismo tribunal rechazó una llamada de la defensa de Brunson para su liberación. La agencia de noticias estatal Anadolu dijo que el tribunal decidió, después de volver a evaluar el caso, que podía abandonar la prisión por razones de salud y porque estaría bajo control judicial efectivo. Dijo que la defensa de Brunson había sido completada y que la evidencia del caso casi había sido recopilada.
La detención de Brunson profundizó una brecha entre los aliados de la OTAN Washington y Ankara, también en desacuerdo con la guerra siria y el plan de Turquía para comprar defensas antimisiles de Rusia, y los mercados financieros tomaron su orden de transferencia como una señal positiva.
La lira turca se fortaleció a 4.8325 frente al dólar desde 4.8599 antes del informe. Las acciones de Halkbank, cuyo exdirector general adjunto fue condenado en enero por evadir las sanciones de Estados Unidos contra Irán, aumentaron un 12 por ciento.
Brunson fue acusado formalmente de ayudar a los partidarios de Fethullah Gulen, el clérigo con sede en Estados Unidos que, según las autoridades turcas, planeó el intento de golpe de Estado contra el presidente Tayyip Erdogan en el que murieron 250 personas. También fue acusado de apoyar a militantes kurdos proscritos del PKK.
El pastor, que niega los cargos, enfrenta hasta 35 años de cárcel si es encontrado culpable. Erdogan ha vinculado previamente su destino al de Gülen, cuya extradición de los Estados Unidos ha sido una demanda largamente sostenida de las autoridades turcas. Gulen niega haber participado en el golpe.
El presidente Donald Trump dijo en un tweet la semana pasada que Brunson estaba siendo tomado como rehén y que Erdogan debería «hacer algo para liberar a este maravilloso marido y padre cristiano».
El Senado de los Estados Unidos aprobó un proyecto de ley el mes pasado que incluye una medida que prohíbe a Turquía comprar aviones F-35 Joint Strike Fighter debido al encarcelamiento de Brunson y la compra por parte de Turquía del sistema de defensa aérea S-400 de Rusia.