El canal de televisión yemení Al-Masirah , citando a activistas saudíes que hablaron bajo condición de anonimato, ha informado este miércoles que al menos 30 militares saudíes murieron el mes pasado.
Al-Masirah ha agregado que durante este período otros 46 efectivos saudíes sufrieron heridas de diversa consideración a raíz de los ataques de represalia yemeníes contra las regiones de Jizan, Nayran y Asir.
Estos hechos se conocieron a la mitad de los medios de comunicación que anunciaron que tan solo 26 soldados del régimen de los Al Saud murieron durante los enfrentamientos populares contra las tropas yemeníes y los combatientes del movimiento popular Ansarolá.
Además, las tropas yemeníes mataron e hirieron a un número indeterminado de mercenarios del régimen de Riad, lanzando varios cohetes contra una reunión con las fuerzas leales al expresidente fugitivo yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, en la base militar de Al Sadis, en la región fronteriza de Najran.
Los ataques que llevan a cabo los combatientes y las tropas yemeníes contra los saudíes se refieren a las respuestas de los bombardeos de Arabia Saudí contra la población de Yemen en las zonas bajo el control del gobierno yemení y Ansarolá.
El Ministerio de Derechos Humanos de Yemen anunció el pasado mes de marzo que la agresión saudí contra el país árabe más pobre del mundo, que ya dura más de tres años, dejó 600 000 civiles muertos y heridos. Esta cifra también incluye las mujeres y los niños.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advierte que un número de 22,2 millones de yemeníes necesita ayuda alimentaria, incluyendo 8,4 millones que corren riesgo de hambre extrema.
El primer oficial de ayuda de la ONU alertó el pasado mes de febrero de las condiciones de vida «catastróficas» en Yemen, afirmando que existe un riesgo creciente de hambruna y cólera en este país árabe.