La historia de una caza soviética MiG-23, que sobrevoló a Europa, parece ser la leyenda del ‘Holandés Errante’ hecha realidad. Solo que, en esta historia, un avión militar tomó el lugar del buque fantasma que no podía amarrarse.
Los hechos ocurrieron el 4 de julio de 1989. Aquel día, el coronel Nikolái Skurídin despegó desde una base aérea en Polonia pilotando un MiG-23.según cuenta en su artículo el columnista Vladímir Bichkov.
En menos de un minuto el motor del avión y la caza comenzó a perder altitud. En ese momento el piloto decidió abandonar la nave y usó el asiento de eyección, narra el autor.
No obstante, seis segundos más tarde, el motor del avión comenzó a funcionar de nuevo y la nave comenzó a elevarse para seguir volando en la dirección predeterminada para el autopiloto.
De tal modo, el MiG-23 ‘fantasma’ llegó hasta la frontera de la República Federal de Alemania, donde fue detectado por los radares de la OTAN. Según cuenta Bichkov, dos cazas estadounidenses F-15 Águilas que estaban desplegadas en los países Bajos despegaron para escoltarlo.
«Cuando se acercaron a MiG-23 los pilotos se quedaron sorprendidos al ver que no tenían nadie dentro. Cuando se lo mandó al tablero aéreo, este al principio pensó que los dos pilotos se habían vuelto locos».
De acuerdo con Bichkov, el caza soviético fue más tarde apodado como el ‘holandés errante’. Para evitar las consecuencias consecuencias militares y políticas, se decidió no derribar el avión. Los cazas estadounidenses escoltaron al avión ‘fantasma’ que voló más de 900 kilómetros antes de que se acabara el combustible. El MiG-23 se estrelló cerca de una granja en Bélgica. Por desgracia, un joven de 19 años murió en este accidente.
Más tarde, la URSS pagó una Bélgica de 685,000 dólares y el coronel se casó con sus condolencias a la familia del fallecido. Los restos del avión fueron entregados a los especialistas soviéticos, pero hasta ahora no se sabe cuál fue la causa de la falla en el motor, cuenta el columnista.
Esta no fue la primera vez que los niños de la casa de diseño MiG fueron protagonistas de una historia increíble. Anteriormente, en 1973, otro modelo de la marca, un MiG-25, se utilizó para disuadir un ataque nuclear israelí contra Siria y Egipto.
En esa ocasión, la caza más rápida del mundo está pilotada y sobrevoló la capital de Israel seis veces sin las Fuerzas Aéreas israelíes que llegarlo. De tal modo, el MiG-25 mostró que las defensas de Tel Aviv no eran impenetrables y, en lugar de un ataque nuclear, se firmó un armisticio.
El vuelo del avión ‘fantasma’